domingo, 28 de abril de 2013

Cuadernos de España: Pequeña guía para perderse en Sevilla

Todas las bellas ciudades invitan a perderse entre sus calles y callejuelas. Sevilla es bella y la invitación es irresistible. La Catedral y su torre de La Giralda, son monumentos magníficos que es imprescindible visitar (por varios motivos y entre otros porque en la Catedral se encuentra la tumba de Cristóbal Colón y uno no puede dejar de rendirle homenaje al ilustre navegante) pero, sin embargo y sin quitarle importancia por toda su significación, hay en las calles anónimas un aire de historia y música, de poesía y milagros, que las torna encantadoras todas las horas del día. Por eso mismo, perderse en Sevilla es también una buena forma de encontrarse con las formas y las texturas más delicadas y bien perfumadas por los azahares de cientos de naranjos. Para lograrlo, para llegar al exacto cometido de esta proposición, sólo basta con largarse a caminar con los ojos bien abiertos, plenos de curiosidad por intentar descubrir el misterio que aguarda a la vuelta de la esquina o al final del callejón. Perderse en Sevilla es como ir abriendo puertas en un castillo lleno de ilusiones fantásticas.














Perderse en Sevilla es una buena excusa, además, para hacer una pausa en un bar, tomarse una caña (medida de cerveza) bien helada y unas tapitas reconfortantes para el ánimo y el corazón.

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