martes, 14 de febrero de 2012

Vivencias en El Malito, en la cocina de Bernardita


La cocina de la casa de campo de Bernardita es el principal ambiente de la antigua construcción, se abre al patio en generosas ventanas y puertas, por donde se asoman los perros y los aires de dos diagonales: la del imponente cerro, al frente; y la de rumoroso río, al fondo. Aquí ella desata un vendaval de ollas al fuego, el cuchillo se hace invisible en el picado fino de las aromáticas y los pescados suspiran sobre la mesa, aliviados del frío, ignorantes del destino caliente que les espera. Hay elaboración y hay charlas, corre el mate (que nos une por arriba de los Andes) y los aromas se suman, debajo del bajo techo protector. “Sobre esta mesa a veces escribo” cuenta Bernardita. Uno se imagina que la inspiración también salpica las paredes y trata de adivinar las manchas volátiles de las palabras bien dichas y escritas.


Pasamos horas maravillosas en la cocina de Bernardita. Ella construyó allí su atalaya a prueba de los vientos. Parte, viaja (mucho) y reparte su arte por distintos rincones de Chile, alguna que otra escapada a la Argentina y súbitas invitaciones tras los mares. Pero siempre vuelve a esta cocina de campo, en El Malito.


 


“Vivo en la cordillera, con el alma pendiente de las nubes, tengo días precarios y otros mejores, son esos cuando la casa se llena de silencio y los membrillos resuenan en el techo. A veces me purifico en la neblina del alba y aprovecho el buen tiempo para colgar mis penas en el patio y sacudirlas del invierno y sus dolores. En las tardes, mientras en la cocina desgrano penas y arvejas, puedo saber si mañana llueve, cuando en el mallín cantan los teros; entonces, llega la hora de atizar el fogón y cocer el pan en el rescoldo del olvido”.



(Retrato, de Furia y paciencia, de Bernardita Hurtado Low)



“Entre afanes diarios y ollas como locomotoras (hierven para llegar a tiempo), me doy un respiro para dibujar tu nombre con el vapor de la tetera” (Destino de almuerzo, de Furia y paciencia, de Bernardita Hurtado Low)


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