martes, 3 de febrero de 2009

Una perlita, triste ejemplo de transculturización

El cacique Casimiro Biguá, de origen tehuelche, es casi como un paradigma de la transculturización. Su apellido adoptivo era una deformación por el uso de Bivois, el apelativo del corsario francés Francisco Fourmantin que, siendo el indio un niño, se lo compró a su madre por una partida de aguardiente y lo crió en Carmen de Patagones. Ya de grande Casimiro luchó (con las armas que tenía a mano) contra el humillante sometimiento al invasor y trató de establecer relaciones de intercambio comercial más o menos ventajosas para los suyos. En El Calafate, moderna torre de Babel que atrae al turismo internacional cinco estrellas, hay un restaurante y “wine bar” que lleva su nombre. Fíjense en el cartel, una verdadera joyita. Parafraseando al inolvidable Yupanqui: “malhaya, triste destino los indios argentinos…”

1 comentario:

  1. ni hablar...y peor aún el casino, que está decorado con una greca pampa...los indios y la timba, etc...en santa cruz no hay mucho espíritu crítico, a la gente no la enseñaron a eso

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